Una reciente encuesta realizada por el Centro de Políticas Públicas Annenberg de la Universidad de Pensilvania reveló que existe una gran confusión entre las mujeres sobre la edad adecuada para comenzar a realizarse mamografías de detección del cáncer de mama. Este desconcierto se atribuye, en buena parte, a los cambios en las recomendaciones médicas a lo largo del tiempo.
Las guías actuales, emitidas en abril de 2024 por el Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de Estados Unidos (USPSTF), indican que las mujeres con un riesgo promedio deberían comenzar a realizarse mamografías cada dos años a partir de los 40 años. Sin embargo, muchas mujeres todavía desconocen esta actualización.
Según el estudio, solo el 49 por ciento de los encuestados identificó correctamente que las mamografías deben comenzar cada dos años a partir de los 40. El resto ofreció respuestas incorrectas: 10 por ciento dijo que a los 20 años, 21 por ciento a los 30, 9 por ciento a los 50, y un 11 por ciento admitió no estar seguro.
La confusión es mayor entre las mujeres más jóvenes. Apenas el 37 por ciento de las mujeres entre 18 y 29 años sabían cuál es la edad correcta para comenzar con las pruebas de detección. Curiosamente, el error más común en ese grupo fue señalar los 30 años como edad de inicio, una década antes de lo recomendado. Por su parte, entre las mujeres de 30 a 39 años, la respuesta equivocada más frecuente fue decir que deben comenzar a los 50 años, es decir, una década después de lo indicado.
Este desconocimiento resulta especialmente preocupante en los grupos etarios más cercanos al umbral recomendado. A pesar de que el 72 por ciento de las mujeres entre 40 y 49 años respondió correctamente, casi un tercio aún no tiene claro cuándo deben iniciar las mamografías. “Nuestros datos sugieren que la recomendación de comenzar a los 40 años aún no está suficientemente difundida”, señaló Kathleen Hall Jamieson, directora del Centro Annenberg.
La Sociedad Americana del Cáncer también recomienda comenzar entre los 40 y 44 años, realizar mamografías anuales entre los 45 y los 54 años y luego cada dos años. Esta falta de consenso entre organizaciones médicas contribuye aún más a la confusión generalizada.
Las mamografías son fundamentales para detectar el cáncer de mama de forma temprana, antes de que aparezcan síntomas visibles. Se ha demostrado que estas pruebas reducen significativamente el riesgo de muerte por esta enfermedad. Por ello, conocer cuándo y con qué frecuencia realizarlas es clave para la salud de millones de mujeres.
Ante este panorama, los expertos en salud pública hacen un llamado a reforzar las campañas de información sobre prevención y detección temprana del cáncer de mama, especialmente entre mujeres jóvenes, quienes en muchos casos desconocen o malinterpretan las recomendaciones médicas actuales.
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