El clima en México se prepara para un nuevo ciclo de cambios en los próximos meses. Tras un verano dominado por la fase Neutra del fenómeno ENSO, que ha favorecido la recuperación de cuerpos de agua, el reverdecimiento de los bosques y temperaturas más cercanas a lo habitual, los especialistas advierten que el Pacífico ecuatorial se está enfriando y que La Niña podría regresar antes de que termine el año.
De acuerdo con la actualización del Centro de Predicciones Climáticas del pasado 14 de agosto, la fase Neutra se mantiene con una anomalía cercana a los -0.3 °C, pero los últimos días muestran un enfriamiento adicional provocado por el incremento de los vientos alisios, una señal típica del regreso de La Niña. Esta condición meteorológica se caracteriza por enfriar las aguas del Pacífico central y oriental, lo que altera las dinámicas de lluvias y temperaturas a nivel global.
Los pronósticos estiman que hay entre un 40 y un 45 % de probabilidad de que La Niña se presente entre octubre de 2025 y enero de 2026, mientras que la fase Neutra conserva una ligera ventaja con un 50 %. Esto significa que el escenario más probable es una alternancia entre ambos fenómenos: un otoño que inicie con condiciones relativamente estables y un invierno en el que dominen las lluvias y el frío propios de La Niña, aunque de forma breve.
La incertidumbre sobre cuál fenómeno prevalecerá dificulta ofrecer un panorama concluyente, pero los modelos sugieren variaciones importantes. El inicio del otoño podría estar marcado por lluvias típicas de ciclones y ondas tropicales, reforzadas por la llegada de los primeros frentes fríos. Esto incrementaría el riesgo de temporales lluviosos, sobre todo en regiones del occidente, centro, sur y sureste del país. Hacia finales de la temporada de huracanes en el Atlántico, la actividad ciclónica podría intensificarse, sin que pueda preverse aún si habrá impactos directos en tierra.
En cuanto a las temperaturas, se espera que comiencen a descender desde octubre, con episodios de frío más notables hacia diciembre. La transición a La Niña podría traer lluvias adicionales y oleadas de aire polar más frecuentes, lo que daría paso a un invierno con frío intenso y precipitaciones significativas, aunque entremezcladas con periodos breves de sequía y temperaturas extremas.
La experiencia de este verano, en el que la sequía se redujo de manera considerable en buena parte del país, podría repetirse con más lluvias durante el otoño. Estados como Nayarit, Jalisco, Chiapas, el Valle de México, Coahuila y Veracruz figuran entre las regiones con mayores posibilidades de continuar recibiendo acumulados importantes en los próximos meses.
En conclusión, México se enfrenta a un panorama climático cambiante e incierto para lo que resta de 2025: una fase Neutra que estabiliza las condiciones y un posible regreso de La Niña que intensificaría las lluvias y el frío. Los especialistas recomiendan mantenerse atentos a las actualizaciones, ya que cualquier cambio en el Pacífico ecuatorial podría modificar de forma drástica el comportamiento del clima en nuestro país.
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