Erin no se anduvo con medias tintas: pasó de tormenta tropical a huracán de categoría 5 en apenas 24 horas, y ahora acelera el pulso de las costas del Caribe. Según el Centro Nacional de Huracanes (NHC), sus vientos sostenidos alcanzan los 160 mph (255 km/h), justo como lo cuentan la AP y Reuters.
Erin se encuentra a unos 170 km al noreste de Anguila y avanza con rumbo oeste-noroeste, con dirección hacia las Antillas Menores, las Islas Vírgenes y Puerto Rico. Aunque no proyecta un impacto directo a EE.UU., ya está activando oleaje severo, lluvias intensas, inundaciones y posibles deslizamientos en esas islas.
Gobiernos del Caribe y Estados Unidos ya desplegaron alertas y medidas preventivas. En Puerto Rico, Bahamas y otras islas, se cerraron puertos, inspeccionaron refugios y FEMA envió más de 200 elementos como plan de emergencia.
Los expertos destacan que esta intensificación fulminante es cada vez más común. El agua más caliente y el aire con mayor humedad, parte del panorama del cambio climático, son responsables de tormentas que se fortalecen a ritmos inusuales.
El huracán podría doblar o triplicar su tamaño en los próximos días. Eso significaría oleaje peligroso no solo en el Caribe, sino también en Bahamas, Bermudas e incluso la costa este de EE.UU. Aunque sus efectos seguirán extendiéndose, se espera que evite un golpe directo a tierra firme estadounidense esta vez.
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