La lucha contra la gentrificación continúa en la Ciudad de México. Colectivos vecinales y organizaciones sociales anunciaron una segunda marcha para exigir medidas concretas que frenen el encarecimiento de la vivienda, los desplazamientos forzados y el impacto del turismo desregulado.
La manifestación se llevará a cabo el próximo sábado 20 de julio a las 3:00 pm, con punto de reunión en la estación de Metrobús Fuentes Brotantes, al sur de la capital. Esta zona ha sido señalada como una de las más afectadas por proyectos inmobiliarios, eventos masivos y la creciente presencia de plataformas como Airbnb.
¿Qué exigen los colectivos?
Organizaciones como Ciudad Comunal, Día a Día x Palestina, 06600 y otros colectivos ciudadanos llaman a frenar lo que consideran una crisis urbana: la turistificación de barrios tradicionales, la especulación inmobiliaria y el desplazamiento de habitantes que no pueden pagar las nuevas rentas.
En la convocatoria compartida en redes sociales, los activistas denuncian que el sur de la ciudad también ha sido víctima de proyectos ecocidas y comerciales que afectan tanto el tejido social como el medio ambiente.
¿Qué dice el gobierno?
La presidenta Claudia Sheinbaum se ha pronunciado sobre el tema. Reconoció que la gentrificación existe y que la especulación inmobiliaria es uno de sus motores principales, impulsada por plataformas de renta temporal como Airbnb.
“No puede ser el encarecimiento de la ciudad y menos lo que se llama gentrificación”, afirmó Sheinbaum, quien prometió que trabajará de la mano con la jefa de Gobierno Clara Brugada y con la Sedatu para buscar mecanismos de regulación de la vivienda.
Sin embargo, también condenó los actos de xenofobia que ocurrieron en la primera marcha contra la gentrificación, el pasado 4 de julio, donde hubo pancartas y discursos que atacaban a extranjeros.
“Por más legítima que sea la demanda, no puede derivar en mensajes de odio. México ha sido siempre un país solidario con quienes llegan buscando un hogar”, expresó.
¿Por qué hay tensión?
La llegada de miles de extranjeros a la CDMX tras la pandemia, especialmente nómadas digitales con alto poder adquisitivo, ha disparado los precios de renta en colonias como Roma, Condesa, Juárez, Escandón y ahora incluso Tlalpan o Coyoacán. Esto ha desatado tensiones entre vecinos, arrendadores, autoridades y recién llegados.
Aunque la migración no es el problema, señalan los colectivos, la falta de regulación sí lo es. El reclamo no es contra las personas, sino contra un modelo que prioriza la ganancia inmobiliaria sobre el derecho a la ciudad.
¿Qué se viene?
El gobierno federal ha adelantado que habrá regulación a las plataformas de renta temporal para evitar que siga aumentando el costo de vida en barrios populares y residenciales. Pero por ahora, la ciudadanía se organiza y sale a las calles para defender su derecho a vivir donde siempre ha vivido.
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