Este martes, gran parte del territorio mexicano enfrenta una jornada marcada por tormentas intensas, granizadas y vientos fuertes como resultado de la interacción de diversos sistemas tropicales. Más de 20 entidades presentan condiciones para lluvias significativas, con acumulados que, en algunos casos, podrían superar los 90 mm, especialmente en regiones montañosas.
El panorama meteorológico actual está influido por la onda tropical número 11, que se aleja hacia el occidente del país pero deja condiciones inestables, mientras que la onda tropical 12 se desplaza por el centro y sur de México. A estos fenómenos se suma la activación del Monzón de la Sierra Madre Occidental, que impulsa lluvias copiosas en el noroeste, así como vaguadas térmicas que se extienden desde el norte hasta el sur del país.
Los estados más afectados por lluvias fuertes y tormentas con granizo son Sonora, Chihuahua, Durango, Coahuila, Zacatecas, San Luis Potosí, Jalisco, Guanajuato, Querétaro, Hidalgo, Michoacán, Estado de México, Ciudad de México, Morelos, Puebla, Tlaxcala, Guerrero, Oaxaca y Yucatán. En estas zonas se prevé un promedio de precipitaciones de entre 20 y 40 mm, con máximos de hasta 90 mm en áreas montañosas. Las ráfagas de viento podrían superar los 50 km/h, elevando el riesgo de caída de ramas, techos livianos y cortes de energía.
Aunque estas lluvias podrían provocar inundaciones urbanas, deslaves o afectaciones en caminos rurales, también han sido beneficiosas para cuerpos de agua como el sistema Cutzamala, que actualmente alcanza el 56 % de su capacidad gracias a las recientes precipitaciones.
En contraste, las lluvias serán más dispersas y de menor intensidad —acumulados de 5 a 15 mm, con máximos de 30 a 50 mm— en Nuevo León, Tamaulipas, Veracruz, Sinaloa, Nayarit, Colima, Chiapas, Tabasco, Campeche y Quintana Roo. Mientras tanto, regiones como las Baja Californias, la frontera con Estados Unidos y ciertas zonas costeras del Golfo y el sureste podrían permanecer secas.
A lo largo del día se espera una combinación de sol y calor sofocante en muchas regiones, con temperaturas de entre 32 y 40 °C, especialmente en zonas del norte, occidente y sureste del país. En áreas costeras y de planicie, el bochorno podría alcanzar sensaciones térmicas de hasta 50 °C. Sin embargo, en el Altiplano y el centro del país, el ambiente se mantendrá más templado, con temperaturas de 18 a 28 °C, disminuyendo notablemente después de las tormentas. No se descartan nevadas por encima de los 4,200 metros de altitud en los volcanes más altos.
Para los próximos días, las lluvias continuarán, aunque se anticipa una disminución progresiva en los siguientes 5 a 10 días por la llegada de polvo del Sahara en concentraciones moderadas a bajas, principalmente en la Península de Yucatán, Vertiente del Golfo y algunos estados del noreste.
En este escenario, se recomienda a la población extremar precauciones por posibles afectaciones urbanas, mantenerse al tanto de los pronósticos oficiales y evitar cruzar corrientes de agua. El verano sigue con fuerza, y la combinación de calor, humedad y sistemas tropicales aún dará mucho de qué hablar.
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