El Poder del Consumidor (EPC) emitió una advertencia sobre el producto Gerber Pasta Marinara, dirigido a lactantes a partir de los seis meses de edad, por contener ingredientes que podrían no ser apropiados para esta etapa clave del desarrollo. Entre las principales preocupaciones, destaca la presencia de gluten —riesgosa para infantes con enfermedad celíaca o sensibilidad al gluten— y el uso de harinas refinadas con alto índice glicémico, que pueden provocar picos de glucosa similares al consumo de azúcar.
Según el análisis realizado por EPC, un envase de 170 gramos aporta 96 calorías, lo que representa entre 32% y 48% del requerimiento energético adicional al que un bebé necesita junto con la lactancia materna. Sin embargo, aunque cubre parte de la energía necesaria, no garantiza un aporte equilibrado de proteínas, grasas saludables ni micronutrientes esenciales para el crecimiento.
¿Qué contiene Gerber Pasta Marinara?
El producto no tiene azúcar añadida, pero sí 18.7 gramos de carbohidratos, de los cuales 5.78 gramos provienen de azúcares naturales contenidos en el puré de tomate y zanahoria. El resto se deriva principalmente de harina refinada de trigo y arroz, ingredientes con un índice glicémico alto (95–97) que pueden tener efectos metabólicos similares al azúcar (índice glicémico 100).
Otro punto que critica EPC es que 62% del contenido corresponde a una salsa de tomate, aunque el etiquetado no detalla claramente la proporción de agua y pasta de tomate, lo que dificulta valorar su calidad nutricional real.
EPC advierte que este tipo de productos pueden dar una falsa sensación de estar ofreciendo una opción saludable, cuando en realidad no están formulados para cubrir las necesidades reales de un bebé. Aunque Gerber Pasta Marinara no presenta sellos de advertencia, su formulación con harinas refinadas y gluten no es la más adecuada para una alimentación complementaria ideal.
Recomendaciones de EPC:
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Evitar productos industrializados con harinas refinadas y alto índice glicémico para bebés.
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Optar por alimentos naturales, caseros y variados: frutas, verduras, cereales integrales y proteínas de buena calidad.
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Fomentar la educación sobre nutrición infantil y exigir regulaciones más estrictas en la publicidad y composición de alimentos para lactantes.
El Poder del Consumidor no califica al producto como peligroso, pero sí como poco adecuado y nutricionalmente pobre para bebés. Recomienda moderar o evitar su consumo y promover, en cambio, una alimentación complementaria basada en alimentos naturales, con alto valor nutricional y sin ingredientes innecesarios o potencialmente problemáticos como el gluten.
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