Ciudad de México, 24 de septiembre de 2025. La Jefa de Gobierno, Clara Brugada Molina, inauguró este martes la primera tortillería comunitaria de maíz nativo Red Centli, ubicada en la Utopía Libertad, Iztapalapa, con el objetivo de impulsar a productores rurales de la capital y garantizar una alimentación saludable y accesible para la población.
El establecimiento funcionará de martes a domingo, de 9:00 a 17:00 horas, y ofrecerá el kilo de tortilla a 22 pesos, elaborado con granos cultivados en la zona rural de la Ciudad de México, libres de transgénicos, pesticidas y aditivos.
“Queremos ser una ciudad que produce salud, que piensa en la mejor alimentación para su población, que fomenta la economía local y mira hacia las periferias. Con esta tortillería hacemos justicia a los productores y garantizamos soberanía alimentaria”, afirmó Brugada.
Un puente entre el campo y la ciudad
La mandataria destacó que el proyecto se realiza sin intermediarios, beneficiando directamente a los 66 productores de San Miguel Xicalco y La Magdalena Petlacalco, en Tlalpan, quienes abastecen de maíz nativo a esta primera tortillería.
Además, anunció que este año su gobierno destinará más de mil millones de pesos al campo capitalino, una parte dirigida específicamente a fortalecer la producción de maíz. Actualmente, la Ciudad de México produce 3 mil 300 toneladas anuales de este grano, cifra que se busca incrementar.
La tortillería tendrá una capacidad de producción de 400 kilos diarios, lo que impactará de manera directa en cientos de familias consumidoras y en las comunidades productoras.
Alimentación sana y justa
Por su parte, la secretaria de Medio Ambiente, Julia Álvarez Icaza Ramírez, subrayó que esta iniciativa representa “el inicio de una nueva era en la Ciudad de México”, al acercar al campo con la ciudad y abrir un modelo de comercialización justa y directa.
“Hoy el sueño se hace realidad: que las y los capitalinos puedan acceder a tortillas nutritivas, con fibra, calcio y carbohidratos naturales, sin que comer sano sea un privilegio de élite”, afirmó.
Asimismo, Brugada convocó a las tortillerías privadas a sumarse al proyecto y vender productos de maíz nativo, asegurando que el gobierno apoyará a quienes deseen adecuar su infraestructura.
Identidad, cultura y futuro
La Jefa de Gobierno concluyó que este esfuerzo es parte de la construcción de una “ciudad utopía”, donde el transporte público, los espacios comunitarios, el derecho al cuidado y la alimentación saludable son pilares fundamentales.
“Una buena tortilla es identidad, es cultura y también es futuro”, enfatizó.
Con esta primera tortillería comunitaria, la capital del país da un paso firme hacia la defensa de la diversidad de maíces nativos, el fortalecimiento del suelo de conservación y la construcción de una política alimentaria con justicia social.
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