CDMX a 31 de agosto, 2025.- Después de 20 días de caos vial, la Calzada Ignacio Zaragoza volvió a abrirse este sábado 30 de agosto, luego de la reparación de un socavón que alcanzó 15 metros de largo por cinco de profundidad. Sin embargo, la reapertura llegó con un nuevo problema: apenas se concluyeron los trabajos en Iztapalapa, otro hundimiento sorprendió a automovilistas en Periférico Oriente, lo que refleja el serio reto que enfrenta la Ciudad de México en plena temporada de lluvias.
El hundimiento en Zaragoza, detectado el pasado 13 de agosto tras el colapso del pavimento bajo una pipa de agua, mantuvo colapsada la vialidad durante tres semanas. Miles de automovilistas, camiones de carga y autobuses que circulan entre el oriente del Estado de México y el centro de la capital sufrieron traslados de hasta dos horas extra debido a la reducción a un solo carril.
La Secretaría de Gestión Integral del Agua informó que los trabajos incluyeron la colocación de tuberías de concreto y el reforzamiento de muros de drenaje. Tras pruebas de resistencia y relleno del hueco, la avenida fue reabierta antes de lo previsto en el tramo entre Tepalcates y Canal de San Juan.
Pero mientras una vialidad volvía a la normalidad, otra quedó parcialmente inhabilitada. La tarde del viernes 29 de agosto, en carriles centrales de Periférico Oriente, a la altura de la colonia Casablanca en Iztapalapa, el pavimento se venció bajo el peso de un camión con 10 toneladas de materiales de construcción. El resultado: un nuevo socavón de cinco metros de diámetro por seis de profundidad.
Autoridades de la Ciudad de México explicaron que, al igual que en Zaragoza, la ruptura de tuberías de drenaje y la erosión de tierra fueron la causa principal del hundimiento. Personal de la Secretaría de Gestión Integral del Agua ya realiza estudios para la reparación, aunque no se ha definido cuánto tiempo permanecerá cerrada la vialidad.
La temporada de lluvias sigue poniendo a prueba la infraestructura de la capital. Los constantes encharcamientos, la saturación de drenajes y el desgaste de tuberías han convertido los socavones en una pesadilla recurrente para automovilistas y autoridades.
Por ahora, los usuarios celebran la reapertura de Zaragoza, pero el nuevo hundimiento en Periférico Oriente anticipa que la batalla contra los socavones está lejos de terminar.
Deja una respuesta