Tequila rosado con jamaica: la bebida mexicana que conquista África y el mundo

Una innovación nacida en los campos tequileros de Jalisco está dando de qué hablar en el mundo. Se trata del tequila rosado con jamaica, una bebida que fusiona la tradición del agave con la popular flor usada en la gastronomía mexicana para dar como resultado un producto de sabor fresco, textura sedosa y tonalidades visualmente llamativas. Aunque no es un nuevo tipo de tequila como tal, esta infusión ha ganado adeptos en Europa, América, Oceanía y, de forma destacada, en África, que ya consume el 85% de la producción de la marca pionera, Tequila Aman.

El maestro tequilero Héctor Dávalos, artífice de esta creación, explicó que el tequila nació con la intención de ofrecer algo nuevo, fresco y que resaltara la mexicanidad, pensando particularmente en el mercado femenino. “Estuvimos trabajando en diferentes colorantes naturales y decidimos hacerlo de jamaica, porque la jamaica, aunque no es originaria de México, es parte de nuestra cultura”, señaló.

La elección no fue casual. La jamaica, también conocida como hibiscus, es ampliamente utilizada en México en bebidas, guisos y postres. Al convertirla en extracto y combinarla con tequila blanco, los productores obtuvieron un producto con notas ácidas, un inicio fresco y una textura ligeramente más sedosa que la de un tequila tradicional. “No solo aportamos color, sino también un perfil sensorial distinto”, destacó Dávalos.

Tequila rosado con jamaica: la innovación mexicana que da vuelta al mundo |  Aristegui Noticias

El proceso de infusión, similar a la preparación de un té, es lo que marca la diferencia. Así lo explicó el profesor Luis Alberto Romero, de la Universidad Autónoma de Guadalajara, quien junto con la estudiante Camila Gómez analizó distintas marcas de tequila rosado. Según sus hallazgos, mientras otros tequilas obtienen su tonalidad rosa tras reposar en barricas de vino tinto —lo que da un color tenue—, el uso de la flor de jamaica produce un rosado más vivo y una gama más amplia de sabores.

Al inicio, el equipo consideró el uso de pigmento de cochinilla, un colorante natural extraído de un insecto que crece en el nopal, pero lo descartaron por ser potencialmente alergénico. La jamaica, en cambio, es aceptada por las normativas agrícolas internacionales y ofrece una alternativa más segura para todos los consumidores.

Aunque no cambia su categoría dentro de las normas del Consejo Regulador del Tequila, esta bebida se elabora bajo los lineamientos oficiales que garantizan que siga siendo un producto 100% de agave. “Es un tequila blanco infusionado, no un nuevo tipo de tequila, pero sí una propuesta con identidad propia”, aclaró Dávalos.

El éxito de esta bebida infusionada demuestra la capacidad de la industria mexicana para innovar sin perder de vista sus raíces. Con solo 7,000 botellas producidas por cuatrimestre, Tequila Aman ha logrado posicionar su producto en un mercado global, siendo África el principal consumidor. El tequila rosado con jamaica es, al mismo tiempo, una apuesta estética, gastronómica y cultural que celebra la tradición mexicana con una mirada contemporánea.

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