México vive una mejora notable en su panorama hídrico gracias al impacto conjunto del Monzón mexicano, las vaguadas, los ciclones tropicales y una fase Neutra del fenómeno ENSO. Tras años marcados por la escasez de agua y sequías extremas en buena parte del territorio, el país ha experimentado una significativa recuperación durante junio y julio de 2025. A mitad de la temporada de lluvias, los indicadores nacionales muestran una disminución considerable de la sequía, que actualmente afecta solo al 17.7 % del país, y las proyecciones apuntan a un agosto aún más lluvioso.
Según la última actualización del Monitor de Sequía, con corte al 15 de julio, la cobertura de sequía en México cayó drásticamente gracias a lluvias acumuladas superiores a los 500 mm en algunas regiones, llenando presas, lagunas, y reverdeciendo ecosistemas forestales. El norte del país, históricamente una de las zonas más afectadas por la falta de lluvia, ha sido el principal beneficiado este año, con una clara disminución en los niveles de sequía severa y extrema.
Aunque el número total de municipios afectados por sequía aumentó levemente de 173 a 180 debido a la aparición del fenómeno en el sureste del país —específicamente en Tabasco, sur de Veracruz, norte y oriente de Chiapas, norte de Quintana Roo y zonas limítrofes de Campeche— la intensidad general ha bajado. La categoría de sequía excepcional, por ejemplo, pasó de 37 municipios a solo 25, concentrados en estados fronterizos del norte como Sonora, Chihuahua, Coahuila y Baja California.
La región centro-sur del país ha mostrado lluvias localizadas pero intensas, mientras que en el norte se han registrado lluvias más extensas que han contribuido a disminuir la sequía. En estados como Aguascalientes, Ciudad de México, Hidalgo, Morelos, Querétaro, Guerrero y Tlaxcala, la sequía ha desaparecido completamente, mientras que en Michoacán, Guanajuato y Puebla, sólo se observan condiciones anormalmente secas, pero sin afectaciones mayores. Zacatecas se suma a la lista de estados con presencia únicamente de sequía moderada.
Esta tendencia de recuperación ha coincidido con las previsiones climáticas emitidas desde principios del año, que anticipaban un inicio temprano o dentro de lo normal de la temporada de lluvias, y un verano influido por la fase Neutra del ENSO. Junio cumplió esas expectativas con lluvias abundantes en la franja del Golfo, el Pacífico y el centro del país, mientras que julio mostró una ligera disminución, especialmente en el sureste. No obstante, el Monzón mexicano se ha mantenido muy activo, llevando lluvias importantes al noroeste del país.
Conforme avanza la temporada, se espera que agosto y septiembre sean meses particularmente lluviosos, con una mayor presencia de ciclones tropicales y precipitaciones más constantes. El pronóstico señala que estados del noroeste como Sonora y Baja California, así como regiones del centro, sur, oriente y noreste, recibirán lluvias más intensas, alternadas con breves periodos de calor y cielo despejado.
La perspectiva general es optimista. Si bien algunas regiones podrían registrar breves episodios de sequía o condiciones secas en los próximos cortes —como en partes de la península de Yucatán—, el balance global es favorable para el país. Las lluvias seguirán refrescando el ambiente, reponiendo los mantos freáticos y aliviando los efectos acumulados de años anteriores.
Frente a este panorama, las autoridades meteorológicas recomiendan mantenerse informados a través de fuentes oficiales y no dejarse llevar por pronósticos alarmistas en redes sociales. A diferencia de predicciones no verificadas que alertaban sobre una canícula intensa, los datos reales muestran un verano con lluvias constantes, temperaturas moderadas y un evidente alivio hídrico.
México entra así a la segunda mitad de su temporada de lluvias con un balance esperanzador: la sequía se reduce, los ecosistemas se regeneran y las reservas hídricas aumentan. De mantenerse esta tendencia, el país podría cerrar el año con condiciones muy favorables para el campo, la seguridad hídrica y la recuperación ambiental.
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