El verano ya se siente en México, y con él llega también el calor intenso que marca esta temporada. Aunque comúnmente se piensa que el país entero se convierte en un horno bajo el sol estival, lo cierto es que no todas las regiones se calientan igual, ni en los mismos meses. En entrevista con el meteorólogo José Martín Cortés, se analizan las zonas más calurosas de México, sus récords históricos y qué podemos esperar para este verano 2025.
Contrario a lo que muchos creen, los valores más extremos del termómetro no siempre ocurren en verano. De hecho, gran parte del país —especialmente en el Golfo de México, el sureste, el occidente y el Altiplano— alcanza sus máximas absolutas en primavera. Esto se debe a la combinación de aire seco, alta radiación solar y ausencia de lluvias. En verano, aunque las temperaturas pueden no ser tan elevadas, la humedad incrementa la sensación térmica, es decir, ese bochorno que impide que el cuerpo se enfríe al sudar, haciendo que el calor se perciba con más intensidad.
Sin embargo, hay zonas donde el calor sí es extremo en estos meses. El noroeste del país —que abarca Baja California, Sonora, Sinaloa y partes de Chihuahua y Coahuila— registra los mayores picos veraniegos. Las ciudades de Mexicali y San Luis Río Colorado lideran la lista de las más calurosas del país, con temperaturas entre 46 °C y 50 °C durante julio y agosto. No en vano, San Luis Río Colorado ostenta el récord de temperatura más alta jamás registrada en México: 52.5 °C, el 15 de junio de 1966.
En contraste, otras regiones como la Huasteca (que incluye zonas de Tamaulipas, San Luis Potosí, Querétaro, Hidalgo, Puebla y Veracruz) experimentan sus mayores temperaturas en primavera, aunque por periodos más breves. El fenómeno conocido como efecto Foehn, en el que los vientos se calientan al descender tras atravesar montañas, potencia el calor en esta zona.
Otra región notable es la llamada Tierra Caliente, que comprende partes bajas de Michoacán, Guerrero y el Estado de México. Ahí, el calor se mantiene gran parte del año con promedios superiores a los 30 °C, alcanzando máximas de 40 a 45 °C en primavera y bajando levemente en verano gracias a las lluvias.
La Península de Yucatán también figura entre las regiones más calurosas del país, con temperaturas que suelen superar los 40 °C en sus épocas más cálidas. Debido a su geografía plana y baja altitud, el calor se mantiene casi todo el año, mitigado solo por masas de aire polar en invierno y los efectos de los nortes.
Para este verano, los pronósticos apuntan a un escenario con condiciones típicas en la mayoría del país. No se esperan récords históricos, pero sí valores extremos localizados. Las temperaturas máximas promedio oscilarán entre los 35 °C y 45 °C en el norte, con episodios de calor extremo que podrían alcanzar los 50 °C especialmente en Baja California y Sonora. El sur y centro del país, por su parte, experimentarán un respiro térmico gracias a las lluvias estacionales y una atmósfera más húmeda.
A nivel meteorológico, el verano 2025 se desarrolla bajo una fase neutra del fenómeno ENSO, lo que significa condiciones más equilibradas. Aun así, los anticiclones en el norte, la fuerte radiación solar y el clima desértico seguirán siendo factores que propician temperaturas extremas.
En resumen, aunque todo México se calienta, no lo hace de la misma forma. Mientras unos buscan sombra en el norte abrasador, otros agradecen las lluvias refrescantes del sur. Saber qué regiones son más vulnerables al calor extremo no solo es útil para planear vacaciones, sino también para prepararse mejor ante olas de calor que cada vez son más frecuentes e intensas debido al cambio climático.
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