Aunque el virus del herpes simple tipo 1 (HSV-1) es conocido por provocar los molestos fuegos labiales que afectan a millones de personas en el mundo, la ciencia ha encontrado una forma de convertirlo en un aliado inesperado: combatir el cáncer. Investigadores de Keck Medicine, en la Universidad del Sur de California, desarrollaron una versión genéticamente modificada del virus —llamada RP1— que mostró resultados alentadores en pacientes con melanoma avanzado, un tipo agresivo de cáncer de piel.
En un ensayo clínico preliminar, RP1 se combinó con nivolumab, un fármaco de inmunoterapia que fortalece el sistema inmune, para tratar a 140 pacientes que ya no respondían a terapias convencionales. A diferencia de los tratamientos sistémicos, RP1 se aplica directamente en los tumores. Esta administración intratumoral permitió atacar células malignas de forma localizada, pero con un efecto de amplio alcance en el organismo.
Los resultados fueron notables. Un tercio de los pacientes experimentó una reducción de al menos el 30 % en sus tumores, y casi el 16 % vio desaparecer completamente sus lesiones cancerosas. Lo más sorprendente fue que incluso los tumores que no se inyectaron directamente también disminuyeron de tamaño, lo que sugiere que RP1 estimula una respuesta inmune generalizada capaz de combatir el cáncer en todo el cuerpo.
RP1 fue diseñado para eliminar células tumorales y al mismo tiempo activar los glóbulos blancos, que luego detectan y atacan otras células malignas. Además, este virus modificado ha demostrado ser seguro: el 90 % de los participantes solo presentó efectos secundarios leves, como fatiga, fiebre o malestar similar al de una gripe.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) ya aprobó RP1 para su revisión en pacientes con melanoma resistente a inmunoterapia. Con estas primeras fases del ensayo completadas, el siguiente paso será evaluar la eficacia del tratamiento en más de 400 pacientes en distintas partes del mundo.
Aunque el enfoque actual se centra en el melanoma, los científicos no descartan que RP1 pueda servir para tratar otros tipos de cáncer, gracias a que su mecanismo no es exclusivo de este tipo de tumor. El estudio está patrocinado por Replimune, una empresa biotecnológica que apuesta por el desarrollo de virus oncolíticos como herramientas terapéuticas.
Para los investigadores, esta estrategia representa un nuevo horizonte en la lucha contra el cáncer. Como lo señaló el oncólogo Gino Kim In, autor principal del estudio: “Los virus oncolíticos abrirán un nuevo e importante enfoque para combatir el cáncer en algunos pacientes en el futuro cercano”.
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